Las familias monoparentales son cada vez más abundantes en el panorama social a nivel mundial. Por ello, es necesario que las legislaciones sean claras respecto a ellas e incluya sus diferentes realidades vitales. Pero, antes de nada, es necesario definir con claridad qué es una familia monoparental.
Se entiende por familia monoparental a aquella que está formada por un padre o una madre y uno o varios hijos. Es decir, o bien carecen de progenitor, o bien no se halla presente la madre. No obstante, dentro de esta definición, caben muchas posibilidades y cada una de ellas tiene una realidad social diferente.
Es distinto, por ejemplo, que los descendientes sean mayores o menores de edad. Y esto implica que las leyes tengan en cuenta todas estas posibilidades. En el primer caso, el hijo puede estar trabajando y la unidad familiar tener una buena posición económica. Sin embargo, en el segundo, sobre todo si hay varios menores, la familia puede encontrarse en situación precaria. Es decir, su vulnerabilidad social es diferente.
Por eso, las normas establecen esta distinción. Se denominan familias en situación de monoparentalidad a aquellas en las cuales solo hay un progenitor, pero el otro se corresponsabiliza de los gastos de los niños o solo está fuera temporalmente. Por ejemplo, en casos de divorcio.
En cambio, son familias monoparentales las que, igualmente, solo tienen al padre o a la madre y el otro progenitor está ausente de forma definitiva. Es el caso, por ejemplo, de madres solteras.
En la mayoría de los casos, las familias de este tipo que hay en España están formadas por la madre y el o los hijos. Pero, lo que es más grave, muchas de ellas tienen pocos recursos económicos. Esto puede deberse a muchas circunstancias. Por ejemplo, que la madre no pueda trabajar porque tiene niños pequeños y a nadie con quien dejarlos. O, simplemente, porque se encuentre en paro.
Para estos y otros casos, la legislación española ha creado ayudas. Muchas de ellas vienen de la Seguridad Social en forma de prestaciones tanto por nacimiento como por adopción, por hijos a cargo e incluso por parto o acogimiento múltiple.
Pero también la Agencia Tributaria contempla estos casos. Ofrece beneficios fiscales tales como desgravaciones en la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) o exenciones en el mismo impuesto sobre prestaciones de paternidad o maternidad. Igualmente, las diferentes comunidades autónomas dan facilidades a este tipo de familias.
En conclusión, las familias monoparentales son cada vez más abundantes en España. Por eso, las distintas administraciones les dan ayudas que contribuyen a mejorar su situación socioeconómica.
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